Si no nos atrevemos a enfrentar los conflictos productivos, a superar las dificultades en una relación interpersonal e intrapersonal, a aceptar que tenemos defectos como nuestra pareja.
Sólo estamos tú y yo, en ese coup de foudre que nos envuelve por minutos, horas, días meses. Al simple tacto de tus brazos, siento caer en un mundo en el que congeniamos perfectamente. Sencillamente me siento seguro, íntimo, feliz, deseando que esta sensación nunca se termine.
De pronto, surgen las peleas y dudas. ¿Deberíamos estar juntos ahora que veo tus grandes defectos? Aunque la relación continúa, la pasión se convierte en compañerismo; el amor, en rasgos de amistad. Puedo notarlo, nos sentimos decepcionados de la evidente ausencia de la pasión, del enamoramiento.
Esta sensación incrementa cuando vemos a nuestros amigos con parejas peleándose, separándose o divorciándose. ¿Es que todo está perdido? Una parte de mí todavía quiere creer que el amor romántico es un componente esencial de una pareja.
Me pregunto cómo la ciencia puede predicar que el amor y la pasión pueden durar. Para nosotros, lo mortales, es un misterio… Pero para los estudiosos del amor, las relaciones de pareja sólo necesitamos una pequeña guía para aprender a expresarnos y comunicarnos. Estos son algunos consejos para mejorar la relación de pareja, siempre y cuando ambos estén de acuerdo:
Los elogios ayudan: De acuerdo con un estudio Terri Orbuch, donde se observaron a 373 parejas, las relaciones son más satisfactorias cuando se reciben “afirmaciones afectivas” uno del otro. Es decir, cuando hay apoyo, elogios, motivaciones, gratificaciones (no siempre sexuales) como tomarse de la mano.
Olvídense de los platos sucios: En este mismo estudio se encontró que las parejas más estables y felices tienden a hablar frecuentemente: no acerca de la relación, la familia, el trabajo, la casa, sino de otras cosas. ¿Conoces cuál es la película favorita del otro; los recuerdos más felices de la infancia, detalles de la vida que les gustan? Estas pequeñeces son las que pueden trascender a la relación.
Renuévense: Aunque sea con pequeñas actividades, empiecen a renovar su rutina diaria. Continúen realizando cosas nuevas, juntos. De acuerdo con la antropóloga Helen Fisher, “la novedad aumenta la dopamina en el cerebro, ayudándonos a mantener sentimientos de amor romántico.”
¿Cuántas veces hablas de las cosas que no te gustan de tu pareja? La psicóloga Harriet Lernet explica que “nadie puede sobrevivir a una relación, al menos no felizmente, si te sientes más juzgado que admirado.” Por lo que, al expresar gratitud y afecto, facilitas la vida de pareja con relación en cosas que se creen garantizadas: como el amor eterno.
Vive tu propia vida: Acércate a tus amigos y familiares, persigue tus propios intereses y alcanza tus propios ideales. Procura que tu energía no sólo se dirija hacia la vida de pareja, sino también hacia tus metas personales.
No esperes estar “de buenas” para “hacerlo”: Helen Fisher aconseja tener sexo regularmente, aún si no tienes las ganas. Esto no significa que tengas relaciones sexuales con alguien que no quiera hacerlo contigo; tampoco se trata de obligar a la otra persona en el aquí y en el ahora. Sino de estimular a la pareja. La estimulación sexual segrega dopamina, liberando sentimientos de amor romántico; el orgasmo, oxitocina y vasopresina, generando afecto y amor hacia la persona.
Reflexiona acerca de la relación: ¿las peleas son productivas o destructivas?, ¿se motivan para superar los obstáculos juntos o se sienten estancados?, ¿se sienten sólo decepcionados o creen que la relación ya no da para más?
La vida en pareja es complicada y, a veces, fatigante. Hay ocasiones en que deseamos dejarnos vencer, ceder ante nuestros demonios de egoísmo y egolatría, vivir en nuestra zona de confort. Sin embargo, si no nos atrevemos a enfrentar los conflictos productivos, a superar las dificultades en una relación interpersonal e intrapersonal, a aceptar que tenemos defectos como nuestra pareja… Entonces habremos dejado pasar los mejores momentos de la vida.