Bebés de alta demanda ¿Tienes uno?

Bebés de alta demanda ¿Tienes uno?. El Dr. Sears fue uno de los pioneros en describir las características de los bebés de “alta demanda”, luego de compartir sus experiencias con su hija Hayden a partir de quien se definen a este tipo de bebés, sin perder de vista que todos los bebés demandan atención y que no se trata de etiquetarlos, sino de entender mejor ciertos comportamiento y con ello atender las necesidades específicas de nuestros hijos.

Todos los bebés requieren atención de sus padres y que un bebé llore “mucho” o llore “poco” depende de la tolerancia y de la paciencia de sus cuidadores y cuando no hay paciencia o experiencia, muchos bebés podrían parecer de alta demanda porque no cumplen las expectativas de sus padres en cuanto a ritmos de sueño, o de alimentación o del “buen” comportamiento cotidiano esperado.

Las características explicadas por el Dr. Sears para definir a un Bebé de Alta Demanda son:

Los bebés o niños de Alta Demanda coinciden en tener extrema sensibilidad sensorial, elevada intensidad emocional y captan demasiados estímulos de los no pueden desprenderse, por lo que les es difícil relajarse y tienen problemas para lograr dormir por las noches. Los bebés de Alta Demanda son niños generalmente muy activos, que buscan constantemente estímulos externos para satisfacer su curiosidad, su necesidad de aprender, que viven la vida con intensidad y pasión y por lo tanto no quieren perderse ni un segundo de lo que pasa a su alrededor.

Desglosando las características de estos bebés, las mas comunes son:

Intensos

Son bebés que ponen mucha energía en todo lo que hacen: lloran con insistencia, se alimentan con voracidad, ríen con gusto y protestan con más perseverancia y fuerza si no consiguen lo que piden. Parecen estar siempre tensos, preparados para la acción y, cuando son capaces de empezar a explorar el entorno, actúan, muchos de ellos, antes de pensar en las consecuencias. Son arriesgados, muy curiosos y pueden llorar con mucha frecuencia.

Hiperactivos

Son niños casi hipertónicos (con los músculos en tensión) y su mente tiende a estar en un estado similar. Estos bebés suelen rechazar las medidas que les hagan sentir inmóviles o demasiado sujetos. Sí aceptan los brazos y los abrazos, pero siempre que ellos puedan tener libertad de movimiento.

Se dice que son hiperactivos porque duermen poco, siempre están buscando cosas nuevas que hacer, tocar y con las que explorar, comparados con el resto de niños, parecen más movidos y activos. Esto es relativo para cada familia, unas pueden pensar que su hijo es extremadamente activo cuando es un niño que juega normal, y hay otras familias que pueden ver normal el que un niño esté varias horas con las pilas a tope o sin dormir.

Son hiperactivos por su exceso de actividad, no por tener un diagnóstico psicológico que requiera medicación

Necesidad de contacto

Son bebés o niños que necesitan tener contacto físico constante pero a su ritmo: les gusta ser llevados en brazos pero no estar inmóviles, les gustan los besos y las caricias pero suelen ser bruscos y reactivos para darlos y pedirlos. Aman la compañía, pero no el control. No les gustan los límites.

Alimentación frecuente

Son niños para los que comer no es tan solo un acto de nutrición. La succión que genera el acto de comer les tranquiliza y reconforta y por ello solicitan comida a menudo.

El hecho de alimentarles a demanda hace que lloren menos (de hecho hay estudios que demuestran que los bebés que se alimentan con horarios establecidos por los padres lloran más que los que toman leche a libre demanda). Sin suficiente apoyo ni información disponible, pocas madres logran sobrellevar esta etapa de lactancia con bebés de Alta Demanda.

En el caso de la leche artificial, el mismo niño rechazará más alimento cuando no pueda más y la necesidad de succión tendrá que mitigarse con un chupón. En caso de ser amamantado no hay peligro alguno porque la leche va variando su composición continuamente y, ante un bebé que mama a menudo, ajusta el nivel calórico evitando la sobrealimentación y el sobrepeso.

Despiertan frecuentemente

Por su alta sensibilidad sensorial les cuesta deshacerse de los estímulos externos acumulados en el día, por lo que dormir de corrido puede ser un reto poco lograble. Los bebés de Alta Demanda tienen despertares continuos por las noches, lo que sumado a su necesidad de alimentación frecuente puede resultar agotador para los padres. Recordar que el sueño es un proceso evolutivo y biológico de maduración puede ayudar a superar estos trastornos de sueño.

Absorbentes

Demandan contacto, cariño, brazos, juegos y, cuando parece que ya están servidos y que han acabado con todas las energías de sus padres, vuelven a la carga para pedir un poco más. Los padres de estos niños necesitan armarse de paciencia y de actitud positiva y pensar que todo lo que siembren hoy dará sus frutos mañana. El cansancio excesivo en los padres es un factor común.

No pueden calmarse solos

Les cuesta entender y nombrar (cuando hablan) sus propias emociones y cambios de humor, se agotan pronto dado su nivel de actividad, pero no logran conciliar el sueño fácilmente. Necesitan y agradecen la compañía y la contención, bajar los estímulos a su alrededor puede servir de vez en cuando: usar tonos de voz suaves, bajar el nivel de luz de la habitación, poner música suave, usar aroma terapia relajante ayuda. En general tienen poca tolerancia a la frustración.

Sensibles a la separación

Los bebés de Alta Demanda desarrollan relaciones de confianza con sus padres y cuidadores principales cuando estos aprenden a descifrar su comportamiento y conductas, por eso, cuando se ven separados de ellos sufren cambios mas radicales de humor y no es sencillo consolarlos, son bebés que tienen dificultades para entrar en guarderías o estar tiempo con personas que no les son conocidos o que no ven tanto (abuelos, tíos, maestros, etc).

Si tienes un bebé o un niño de Alta Demanda, estos consejos te pueden ayudar:

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