El 24 de abril de 2018 el Hospital ABC de Observatorio emitió un comunicado que hizo llegar a los profesionales de la salud (ginecólogos y obstetras) que ingresan y atienden pacientes en las instalaciones del Hospital indicándoles que “por seguridad de nuestras pacientes y sus bebés no está permitido el apoyo psicoprofiláctico (Doulas) en su atención”.
Impensable aceptar que esta prohibición rescatará a las muejres y a sus mujeres o les dará mayor seguridad. Ya desde 1980 los Doctores Marshall Klauss y John Kennell, (neonatólogos) preocupados por la salud del recién nacido, fueron los primeros que se dieron a la tarea de estudiar el impacto del apoyo continuo durante el parto, apoyo que daban educadoras prenatales y doulas a las mujeres de parto. Klauss y Kennell realizaron un primer estudio en Guatemala para evaluar el impacto de la presencia de la doula en el parto que replicaron más tarde en los Estados Unidos; los resultados obtenidos de esa primera experiencia indican que múltiples beneficios se asocian al apoyo continuo de las mujeres:
A raíz de los resultados obtenidos en su estudio Klauss y Kennell, junto a Penny Simkin, fisioterapeuta y educadora perinatal, fundaron DONA International (Doulas of North America) en 1992, organismo que hace más de 20 años instituyó la figura de las “doulas”.
Tras las investigaciones de Klauss y Kennell diferentes autores han realizado investigaciones en culturas diversas para tratar de entender el fenómeno del efecto del apoyo continuo a las mujeres durante el parto (Klaus y Kennell [1980, 1991, 1997], Hofmeyr [1991], Zhang [1996], Langer [1998], Scott [1999], Hodnett [2000], Rosen [2004], Simkin [2004, 2008], Campell [2006], Stager [2009], Lundgren [2010], Gilliland [2011]).
El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG), recogiendo algunos de estos estudios, en febrero de 2017 emitió la recomendación de incorporar a la atención del parto el apoyo continuo de una persona externa al equipo de salud “como una doula” porque la evidencia demuestra su eficacia para limitar las intervenciones innecesarias durante el parto, lo cual representa beneficios de salud para la mujer y el niño, así como un ahorro económico significativo para el sistema de salud (ACOG- SMFM, 2017).
Algunos autores afirman incluso que “existen pocas intervenciones en obstetricia avaladas por la evidencia, que tengan tantos beneficios como la presencia continua de una doula” (Valdés, 2005: 112).
Según un Meta-análisis publicado por el Grupo Cochrane (2014), en el que se retoman los resultados de 57 estudios controlados aleatorios realizados entre enero de 2009 y diciembre de 2012, se concluye que la presencia de una doula en el parto reduce de forma significativa la necesidad de hacer uso de analgesia para el manejo del dolor así como el índice de cesáreas y la instrumentalización del parto (Chaillet, Nils y otros, 2014).
Las intervenciones innecesarias terminan atentando contra la salud de la madre y el recién nacido ha sido vastamente documentado por los más importantes organismos de regulación de la práctica médica: OMS, SSA, ACOG. La intervención de la doula influye significativamente en la reducción de las mismas está también probado a nivel mundial; es debido a ello que el grupo Cochrane en alianza con el Departamento de Salud Reproductiva de la OMS.
Tras una revisión del 2017 en torno al impacto del apoyo continuo de la mujer durante el parto en la que rescata 26 estudios llevados a cabo en 17 países diferentes que se involucran a más de 15,000 mujeres concluye que las mujeres que reciben apoyo continuo durante el parto tienen más probabilidades de tener un parto espontáneo sin necesidad de vacumm (aspirador), fórceps o cesárea, se muestran más satisfechas con la experiencia y tienden a tener trabajos de parto más cortos. Sus bebés tienden a presentar con menor frecuencia bajos puntajes de APGAR después de los 5 minutos de nacidos. Ningún efecto adverso fue asociado con el apoyo continuo durante el parto, se asevera en el documento, por lo que la OMS concluye textualmente que:
“El apoyo continuo en el trabajo de parto puede mejorar una serie de resultados tanto para la madre como para el bebé, y no se han identificado resultados adversos asociados con él. El apoyo continuo de una persona que está presente únicamente con el fin de apoyar, es decir que no es miembro de la red de la mujer, que tiene experiencia en brindar apoyo profesional y tiene al menos una cantidad modesta de capacitación (como una doula), parece beneficioso” (Bohren y otros, 2017).
Así pues, cuando en el comunicado que expide esta prestigiada institución se asevera que se impedirá el trabajo de la doula en aras de cuidar la “seguridad” de las pacientes y sus bebés, no resulta posible comprender a qué clase de seguridad se podría estar haciendo referencia al privarlas de este recurso que a todas luces ha demostrado resultar benéfico. El hospital puede y debe certificar la capacitación de los profesionales a los que les permite laborar en sus instalaciones pero en ésta, como en cualquier otra profesión, existen las vías para hacerlo acreditando las competencias necesarias.” http://mamanatural.tv/tips-como-elegir-a-una-doula/
Texto de Mercedes Campiglia Calveiro
El origen de la palabra “Doula” viene del Griego y significa “Mujer sirviente o mujer que sirve”, en este caso, hace alusión a la mujer que sirve a otras mujeres, con su preparación profesional, con su propia experiencia de madre y con la experiencia que va acumulando al preparar mujeres, presenciar y acompañar sus partos y apoyarlas durante el periodo de post-parto y lactancia.
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