“Los niños comprendimos que no podemos confiar en que el adulto solo salvará nuestro futuro. Para ello, tenemos que tomar nuestro futuro en nuestras manos.”
Su nombre es Felix Finkbeiner el nació en Alemania y tiene como objetivo restaurar los bosques del mundo.
Felix Finkbeiner tiene 19 años y Plant-for-the-Planet, el grupo ambientalista que fundó, junto con la campaña de las Naciones Unidas, ha plantado más de 14 mil millones de árboles en más de 130 naciones. El grupo también ha empujado la meta de siembra hacia arriba a un trillón de árboles-150 por cada persona en la Tierra.
“Nosotros los niños sabemos que los adultos conocen los desafíos y conocen las soluciones”, dijo. “No sabemos por qué hay tan poca acción”.
“Para la mayoría de los adultos, es una cuestión académica. Para muchos de nosotros los niños, es una cuestión de supervivencia “, dijo.
Otra explicación es la negación climática. La tercera posibilidad se puede vislumbrar en una parábola animal sobre monos que hicieron un punto especialmente agudo en la forma en que sólo un niño que entrega el mensaje puede.
“Si dejas que un mono elija si quiere un banano ahora o seis plátanos más tarde, el mono siempre escogerá el plátano ahora”, dijo. “A partir de esto, los niños comprendimos que no podemos confiar en que el adulto solo salvará nuestro futuro. Para ello, tenemos que tomar nuestro futuro en nuestras manos.”
La organización también impulsó el primer recuento global de árboles a escala global, que ahora está ayudando a la NASA en un estudio en curso de las capacidades de los bosques para almacenar dióxido de carbono y su potencial para proteger mejor la Tierra.
En muchos sentidos, Finkbeiner ha hecho más que cualquier otro activista para reclutar jóvenes al movimiento de cambio climático. Plant-for-the-Planet tiene ahora un ejército de 55.000 “embajadores de justicia climática”, que se han entrenado en talleres de un día para convertirse en activistas del clima en sus comunidades de origen. La mayoría de ellos están entre las edades de nueve y doce años.
“Felix es una combinación de inspiración y articulación”, dice Thomas Crowther, un ecólogo que llevó a cabo la cuenta de árboles mientras trabajaba en la Universidad de Yale en Connecticut. “Mucha gente es buena en una de esas cosas. Felix es realmente bueno en ambos. “
Fuentes: nationalgeographic
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