Budismo para padres

 

Entre el estrés de la vida actual y el desorden dentro de casa, se puede perder la paciencia. ¿Cómo recuperar el control? El budismo ofrece consejos y soluciones a los padres.

Entre el estrés de la vida actual y el desorden dentro de casa, se puede perder la paciencia. ¿Cómo recuperar el control? El budismo ofrece consejos y soluciones a los padres.

Meditación

Te va a salvar la vida. Como el ejercicio, cuesta trabajo al principio, pero te sentirán increíble después. El punto de la meditación es despejar la mente de todo el tráfico de pensamientos que existe 24/7. Es difícil, sí. Cuando tratas de “no pensar”, siempre hay algo que brota e insiste. Pero con un poco de práctica te darás cuenta que es hermoso y relajante tener la mente tranquila y optimista, aun en medio de gente insoportable.

Compasión

No debe confundirse con lástima: la compasión es abrir el corazón al sufrimiento de los demás. ¿Recuerdas, antes de tener bebés, la molestia al oír el llanto de un bebé en un restaurante o un cine? Puedes ver que ahora se han cambiado los papeles y quien tiene ese bebé en brazos eres tú. Así es la vida: el que sufre hoy, podrías ser tú mañana. Así que puedes tener un poco más de empatía por el bebé que llora, o el padre que ha probado de todo para tranquilizar a su niño.

Apego

Ser desapegado no significa que “no te importa”. Simplemente es dar más libertad a las personas, cosas y situaciones. Ser desapegado significa dar a tus hijos la libertad de ser quienes quieran ser, in importar el hecho de que tú ves y entiendes las cosas de manera diferente. Todos hemos tenido un tío o primo que cree que puede vivir tu vida mejor que tú; por piedad, no te conviertas en ese pariente.

Iluminación

Es fácil: nunca la obtendrás. El ser humano es un ser imperfecto. ¿Te has puesto a pensar sobre todas las cosas que has hecho que pudieron salirte mejor, o de otras que fueron simplemente equivocaciones? Eso no significa que no las hayas disfrutado o hayas aprendido de ellas. Mejor reírse de nuestros errores y equivocaciones.

En cuanto a tus hijos, cuando son pequeños te verán como un ser todopoderoso y perfecto, pero conforme crezcan esta idea irá cambiando. Mejor es que tú mismo abraces y seas feliz con tus imperfecciones para la edad en que tus hijos sean unos adolescentes. Además, los seres incompletos e imperfectos son los más maravillosos por su complejidad.

Imagen: wowawesome/flickr