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Celebraciones con niños pequeños… (uffff!!)

17 octubre, 2023

Celebraciones con niños pequeños… (uffff!!)

A punto de cerrar el año se me ocurrió escribir de ciertas situaciones por las que las familias con niños pequeños suelen atravesar (no siempre)…Elegir cómo, dónde, cuándo y con quién pasar las fiestas es todo un tema. Te comparto algunas recomendaciones.

A punto de cerrar el año se me ocurrió escribir de ciertas situaciones por las que las familias con niños pequeños suelen atravesar (no siempre)… al tomar decisiones para celebrar algunas fechas.

Me refiero al conflicto que a veces representa el cómo, cuándo y dónde pasar las fiestas de diciembre cuando se tienen bebés o niños pequeños en casa. Yo soy mamá de 4 de diferentes edades, todos menores de 8 años y no me ha resultado fácil elegir los últimos años la mejor manera de pasar las fiestas…, pero he logrado compilar algunas experiencias que les transmito por si les sirven de algo:

1. Comunicación clara y asertiva:

Los niños despiertan en sí mismos una gran ilusión alrededor de ellos, cuando además se junta eso con celebraciones comunes como la Navidad o Año Nuevo, u otras tantas que coinciden…, decidir qué hacer no es sencillo, pues familia, amigos y mucha gente a su alrededor los quiere cerca para festejar. Nos toca a los adultos decidir cuál es la mejor manera para hacerlo en favor de los niños. Platica clara y asertivamente con quienes harán el festejo sobre qué es lo mejor para los niños respecto al horario, alimentos, lugar, etc.  A veces funciona celebrar en fechas alternas con la familia, para que los que no tienen niños puedan decidir libremente qué hacer en su celebración.

Ejemplo: si celebran la Navidad de manera tradicional cada año por la noche, moverlo a desayuno o comida puede ser muy diferente porque los niños participan y están alertas y son horarios en los que están despiertos y de buen humor. Aclarar que cada quien puede planear el festejo en función a las necesidades de cada familia y empatar en la medida de lo posible esto, puede evitar desgaste familiar, cuando se trata de estar todos juntos y felices.

2. Planea el menú de tus hijos:

Tener un menú sencillo y disponible para el momento en que tengan hambre funciona muy bien. Sea que coman de todo o que tengan preferencias o necesidades particulares de alimentación, procura que ese punto esté solucionado. Es decir; que haya suficiente para ellos, como les gusta y sobre todo en el momento en que requieren su alimento. Los horarios de los adultos que suelen desordenarse en estas fechas, si afectan el ritmo de los niños y los alteran, lo que se traduce en niños hambrientos o mal humorados o hasta mal comidos si no hay nada que sea de su agrado. Póntelo fácil y que sea comida sencilla en todo sentido: fácil de transportar, calentar, servir y ofrecer. Si es algo muy diferente lleva suficiente por si hay mas niños que puedan querer.

3. Elige un horario funcional para estar con niños:

Sabemos que los festejos nocturnos son tentadores y divertidos para los adultos ( a mi me encantan…), pero con niños pequeños es otra historia. Pueden ser funcionales si el festejo es en tu casa o en un lugar en el que puedes disponer de espacio y confianza para que los niños descansen cuando lo requieran, si no es así, procura elegir horarios en los que los niños participen y no sea cansado para ti. Mañanas y tardes son buenas opciones, o noches también si hay posibilidad de seguir con el ritmo de los niños es mejor. Sé que a veces hay mucha presión externa porque todos opinan que se trata de vacaciones, o que es solo unos días o una noche…, pero los niños no funcionan como nosotros y ellos si resienten los cambios en sus horarios y rutinas, a pesar de que puedan disfrutar el festejo, vale la pena cuidar sus necesidades.

4. Prepara tu salida con tiempo:

Salir de casa con niños pequeños o bebés no sucede rápido, hay que revisar que llevemos todo, o llevar muchas cosas, y vestir niños, esperar la siesta, cambiarlos de último minuto…, etc., preparar con tiempo pañalera, alimentos y dejarlo listo te ahorra pendientes. Si llevas mucho hazlo práctico: una lista escrita de lo que si ocupas para no cargar de mas siempre resulta práctico. ¡Pide ayuda!, a veces mamá es la última en todo porque resuelve lo de todos…, no lo hagas, suena fácil y no lo es…, pero en serio: DELEGA.

Si hay mayores pide cooperación básica: cada quien recoge su ropa, ordena sus cosas, leva su plato usado a la cocina, apaga luces que no se usen, atiende al que sigue en edad, etc. Esto da un sentido de responsabilidad compartida y no te agota.

5. Revisa el clima:

Se lee exagerado pero ya no hay clima en ninguna estación del año que sea confiable. Viste a tus hijos con ropa cómoda, abrígalos si hace frío y vístelos de tal manera que puedan irse quitando prendas si hace calor…, un zapato que lastima o ropa incómoda no dejan disfrutar a nadie. Lo mismo con los peinados para las niñas, si se ven preciosas y guapos los niños arreglados, pero no son pequeños adultos: son niños, trátalos como niños, cuídalos como niños y vístelos como niños.

6. Habla con ellos respecto a los posible peligros:

SI. ESTO ES VITAL. Si el festejo será en un hotel, playa, alberca, calle, etc., habla con ellos sobre la posibilidad de que se pierdan y qué hacer, de como resolver si alguien que no conocen quiere darles algo o llevarlos con ellos. Háblales de no poner en riesgo su vida ni la de los demás con golpes, empujones, correr en escaleras, aventarse de bardas o de lugares altos, sobre los peligros de usar pirotecnia, o quemarse, o de no meterse objetos a la boca, de no jugar o tocar armas…, hay momentos en que nuestros hijos no están a la vista y es cuando suceden los accidentes.

7. Recuerda que tus hijos son tu responsabilidad:

Por mucha fiesta que haya por disfrutar, los hijos son tu prioridad, mientras que sean pequeños dependen en mucho de nosotros, no te descuides, no te distraigas al grado de pensar que “alguien mas” les echa un ojo, o que “otro niño” los cuida. No te confíes pues son niños y a veces no miden o no prevén las consecuencias de lo que hacen, los accidentes si pasan, las personas sin niños dejan puertas abiertas, mascotas sin atención, cosas calientes a la mano…, eso es peligroso y no es culpa de nadie. Cuida a tus hijos.

8. Niño ve, niño hace:

No abuses creyendo que los niños “no se dan cuenta”…, todo lo notan, todo lo imitan. No te excedas en alcohol, no te excedas en nada, piensa que ellos nos observan siempre y que estamos construyendo recuerdos familiares juntos. No seas tu quien los pone en peligro al manejar bajo influencia de drogas o de alcohol. No te expongas en horarios peligrosos con tu familia, es mejor quedarse a dormir en un lugar y luego regresar a casa descansados, repuestos o con luz de día. Tampoco permitas que otros, ni nadie ofrezca probaditas de alcohol a los niños: bajo ninguna circunstancia esto es aceptable, ni de chile o de alimentos que generalmente no comen. Los padres saben mejor lo que es bueno para cada niño.

9. Mide el valor de los obsequios o regalos:

A todos los padres nos gusta ver a nuestros hijos felices, pero el valor monetario de las cosas no es la felicidad del niño. Lo que realmente los hace felices es sentirse acompañados, cuidados y hasta tener límites pues lo saben sabiamente interpretar como amor. Regala a tus hijos cosas útiles y sencillas, que estimulen sus sentidos e imaginación, que promuevan el juego creativo y la convivencia familiar. Cuando les compres juguetes piensa cual es el aprendizaje que el niño o la niña tendrá del juguete…, si puede o no compartirlo, si es para su edad y si vale la pena…, si lo quiere él o ella o si en realidad lo quieres tu…

10. Crea tus propias tradiciones:

Venimos y crecimos en una cultura donde la familia primaria tiene ciertas tradiciones arraigadas que vamos extendiendo generación tras generación, pero que no siempre funcionan para todos o que con el tiempo han perdido la razón de ser. Piensa que tu familia (pareja e hijos) son tu familia primaria, y que es buenísimo crear nuevas tradiciones familiares, construir recuerdos nuevos y orgánicos que fluyan con el ritmo y estilo de vida que cada quien tiene. Esto fortalece la unión familiar de cada casa. Esto no es sinónimo de excluir a los abuelos, tíos, primos, etc. Es sinónimo de que los hijos recuerden sus propias experiencias y se sientan de elaborar las propias cuando les llegue el momento. Vale la pena intentarlo, es tremendo pretender que se le puede dar gusto a todos, platica en corto primero contigo qué es lo que quieres y qué es lo que necesitas para estar bien y disfrutar y de ahí comparte tus decisiones.

A todos les deseo bellos festejos, que los dejen felices y plenos y no exhaustos y divididos. Cada quien elige lo que le funciona mejor, piensa en tu familia y en ti: mamá feliz = hijos felices.

¡¡¡Felices Fiestas!!! 

@KarlaDoula