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Desmitificando la Mollera: Aclarando Algunos Mitos Comunes

12 enero, 2024
a man holding a baby in his arms

La mollera, o fontanela, en los bebés es una fuente constante de preocupación y mitos entre los padres. En este artículo, desentrañaremos algunos de los mitos más comunes sobre la mollera y proporcionaremos información precisa para brindar tranquilidad a los padres primerizos.

1. Mollera Grande Significa Problemas:

  • Realidad: La mollera es una abertura en el cráneo de los bebés para facilitar el parto y el crecimiento cerebral. Su tamaño puede variar entre bebés y no necesariamente indica problemas de salud. En muchos casos, la mollera se cerrará naturalmente a medida que el bebé crezca.

2. Toques en la Mollera Causan Problemas:

  • Realidad: La mollera está protegida por una capa resistente y no es tan frágil como se cree. Toques suaves durante el baño o el peinado generalmente no causan daño. Sin embargo, es esencial ser delicado y evitar golpes bruscos.

3. La Mollera Indica Deshidratación:

  • Realidad: La mollera puede parecer más hundida cuando el bebé está llorando o deshidratado, pero este cambio es temporal y no indica necesariamente deshidratación. Es crucial observar otros signos, como la cantidad de pañales mojados y la piel del bebé.

4. La Mollera se Debe Tapar Siempre:

  • Realidad: No es necesario tapar la mollera todo el tiempo. Dejarla al descubierto permite una mejor ventilación y no representa un riesgo si se toma en cuenta la suavidad y delicadeza al manejar al bebé.

5. Cierre Prematuro de la Mollera es Anormal:

  • Realidad: El cierre prematuro de la mollera, conocido como fontanela cerrada, puede ser normal en algunos casos y no siempre indica problemas. Sin embargo, es fundamental que el pediatra evalúe cualquier cambio en la mollera para descartar posibles complicaciones.

Es normal que los padres sientan preocupación y curiosidad acerca de la mollera de sus bebés. Al comprender la función y naturaleza de la fontanela, podemos desmitificar los conceptos erróneos y permitir a los padres abordar esta parte única del desarrollo infantil con más confianza y conocimiento. Recuerda siempre consultar con el pediatra si tienes inquietudes sobre la salud de tu bebé.

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