Despertar a mamá a mitad de la noche es una táctica evolutiva de supervivencia

Despertar a mamá a mitad de la noche es una táctica evolutiva de supervivencia

Los bebés tienden a despertar a las madres a mitad de la noche para ser amantado, reduciendo su cualidad de fertilidad y así limitando el proceso de fecundación

Despertar a mamá a mitad de la noche es una táctica evolutiva de supervivencia y un anticonceptivo natural… Al nacer, cada ser vivo requiere ciertos cuidados específicos: tanto para sobrevivir como para adaptarse al medio ambiente. Por ello, especies completas han ido evolucionando para asegurar su supervivencia siglo tras siglo. Charles Darwin (1809-1882) fue el pionero en explicar este fenómeno de evolución, donde una especie se adapta al ambiente con tal de perdurar. Desde entonces, diversos estudios han tratado de describir este proceso en distintas especies.

Y un ejemplo de esto es la investigación del profesor David Haig, de la Universidad de Harvard, quien asegura que los bebés evolucionaron para incrementar las oportunidades de supervivencia. De acuerdo con él, los bebés tienden a despertar a las madres a mitad de la noche para ser amantado, reduciendo su cualidad de fertilidad y así limitando el proceso de fecundación:

“El acto de amamantar es un anticonceptivo natural durante los primeros seis meses del parto, deteniendo la menstruación femenina. Fomentar esta actividad hubiera sido beneficioso para nuestros ancestros, porque hubiera habido una menor competencia por los recursos escasos y un menor riesgo en la propagación de enfermedades infecciosas. […] La selección natural preservará conductas como la succión y el sueño de los niños para suprimir la función ovárica en las madres, ya que de ese modo se podrán beneficiar del retraso del siguiente nacimiento. […] Esta conducta es parte de nuestra herencia natural.”

De hecho, el periodo en que los bebés tienden a estar más tiempo despiertos durante la noche corresponde al lapso en que las madres regresan a ser fértiles.

Por el otro lado, Dr. James J. McKenna, un antropólogo de la Universidad de Notre Dame en Indiana, explica que el amamantamiento provee ciertos beneficios, reduciendo los efectos negativos de la falta de sueño. En consecuencia, esta conducta no se trata de una estrategia de evolución para prevenir el nacimiento de nuevos hijos, sino de una actividad que implica el cuidado y la salud del bebé.

En todo caso, la interrelación afectiva y psicológica entre la mamá y el bebé durante la lactancia, permite reforzar la estructura física y psicológica de ambos miembros. E incluso, favorece a la involución del útero, reduciendo el riesgo de padecer cáncer de mama.