El sueño en los bebés y niños pequeños no atiende solo a la necesidad de descansar, depende de su estado emocional también, es decir; un bebé puede estar agotado y aún así no lograr dormir toda la noche… ¿te suena familiar?
Dormir en el bebé es parte de su ritmo biológico y es un proceso evolutivo de maduración que se va modificando con la edad y modificando a las necesidades del bebé. Es durante los periodos de sueño profundo y regular que se genera la hormona del crecimiento y que se activa también el sistema inmunológico que detecta si nuestro bebé o niño requiere ayuda contra algún patógeno en su cuerpo. Por eso la importancia de que nuestro bebé duerma bien, pero además, que duerma lo suficiente.
Todo niño sano duerme bien y eso no tiene que ver con que tenga despertares nocturnos (igual que los adultos los tenemos), los bebés pequeños además requieren despertar constantemente para regular temperatura, ritmo cardiaco y ritmo respiratorio y los recién nacidos necesitan comer con frecuencia para evitar que el nivel de azúcar en sangre baje. Los bebés duermen desde el útero, esto es mas frecuente en el tercer trimestre del embarazo.
El sueño en los bebés y niños pequeños no atiende solo a la necesidad de descansar, depende de su estado emocional también, es decir; un bebé puede estar agotado y aún así no lograr dormir toda la noche, porque se encuentra sobre-estimulado. los ciclos de sueño en cada niño son diferentes, compararlos no es adecuado, no sirve de nada. Ningún bebé duerme igual que un niño y ningún niño duerme igual que un adulto.
El ritmo de sueño de un niño no es indicativo del sueño que tendrá como adulto.
Te compartimos las dudas mas frecuentes sobre el sueño del bebé:
AMBIENTE: es importante buscar un espacio que sea relajante, es decir; que no estimule demasiado al bebé, ideal que mantenga una temperatura estable (ni mucho frío, ni mucho calor), colores tenues en las paredes, pocos adornos para evitar que los distraiga o que los asuste, que esté aislada de ruidos y olores fuertes y que tenga persianas o cortinas que filtren el exceso de luz.
RUTINA: ayuda mucho elegir un horario similar (pero realista) todos los días para que el bebé o el niño duerman, esto aplica para las siestas y para el sueño nocturno. Un baño antes de dormir siempre ayuda a relajar al bebé, esa seguro usar hojas de lechuga o aceites esenciales tipo lavanda que el bebé disfruta pero encima relaciona con su rutina de baño y de dormir. Es mejor acostar a los niños con poco cansancio y ansiedad que agotados y ansiosos. http://mamanatural.tv/5-rutinas-para-dormir-facilmente-a-los-ninos/
LACTANCIA: ayuda al niño a conciliar el sueño por las propias sustancias de leche materna mas lo relajarte que es el contacto con mamá en sus brazos. La lactancia también induce el sueño de mamá pues se elevan los niveles de oxitocina.
COLECHO: la práctica de dormir con el bebé también es una opción para apoyar la evolución natural del sueño, porque la respiración de madres y bebés se sincroniza, el bebé se siente acompañado y sus necesidades pueden ser atendidas de manera casi inmediata sin que llegue a despertarse completamente. también ayuda dormir con algún herman@ en el mismo espacio. http://mamanatural.tv/deberian-los-recien-nacidos-dormir-solos-la-neurociencia-dice-que-no/
El SUEÑO NO SE ENSEÑA: el sueño es una necesidad vital. Identificar un trastorno del sueño requiere de un diagnóstico profesional y pueden existir errores de diagnóstico. La mayoría de las alteraciones del sueño recaen en la calidad y cantidad del sueño del niño, ambas se corrigen con el tiempo. Los métodos de adiestramiento no enseñan a dormir, solo provocan un shock emocional y le confirma al niño que no importa llorar pues no hay nadie quien lo apoye o lo rescate de su necesidad. Las secuelas a mediano y largo plazo por forzar el sueño son trastornos de ansiedad, depresión, indefensión aprendida, trastornos del apego y síndrome de estrés postraumático.
PANTALLAS: es mejor dormir a un niño con un cuento o un relato que con la televisión ya que la luz altera su ciclo de sueño. Dejar llorar a los niños los altera y eleva sus niveles de cortisol en su cerebro.
“Dormir a un niño es un arte que se ha perdido, antes se usaban las canciones de cuna y los brazos y se sabía de manera intuitiva que lo que no sucedía una noche sucedería en otra, pero que el bebé iba a dormir y que el tiempo haría el resto”… (Epílogo, Rosa José, Dormir sin lágrimas).
Recupera tu instinto, tú sabes que hacer para dormir a tu bebé, tus brazos y tu voz son tus mejores aliados, tu bebé no se va a acostumbrar a estar contigo, tu bebé YA ESTÁ acostumbrado y es lo mejor para él. Los bebés y los niños igual que los adultos necesitan comodidad, seguridad y compañía. por alguna razón se piensa que los bebés y niños deben dormirse solos, en un espacio solos, dormir toda la noche y encima despertar de buenas… Dormir al bebé no es ciencia, pero a veces mentalizaros tanto todo que acabamos olvidando que las respuestas vienen de adentro.
Y recuerda que cada niño es irrepetible, lo que te funciona con uno no funciona con el otro y todo es normal.
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