El corazón de una Doula

 

“Las Doulas sabemos que el útero es la primera casa del bebé, dónde no sólo se gesta como ser humano, sino dónde recibe la información emocional que va a trascender a su persona cuando nazca…” Soy una Doula y ser testigo de cada nacimiento es un privilegio, sin embargo; entiendo que cada mujer y cada bebé que nace son distintos a pesar de que comparten la capacidad natural de nacer juntos como madre e hijo.

El corazón de una Doula: Honrando la labor de tantas mujeres, les comparto lo que para mí significa ser una Doula.

Imagina un ambiente íntimo en el que te sientas protegida, en el que respires a tu ritmo, en calma, en paz, estés en control del proceso, seas la protagonista de esa vivencia y sobre todo, en el que tus emociones y sentimientos sean totalmente contenidos y respetados… Una Doula puede ayudarte a alcanzar este sueño.

Las Doulas estamos preparadas profesional y emocionalmente para cuidar y acompañar a la mujer embarazada durante su embarazo, el parto y el postparto. Las Doulas empoderamos a las mujeres para que el nacimiento de sus hijos sea también el nacimiento de ellas como madres, así; las Doulas creemos que los seres humanos nacen de dos en dos: el bebé que llega al mundo y la madre que en ese momento le da la vida.

Como Doula creo que la forma de nacer puede cambiar al mundo y crear un espacio menos violento, dónde las mujeres confíen y se apoyen de otras mujeres para vivir y recorrer el trance primitivo y femenino de la concepción, el embarazo, el parto, el posparto, la lactancia y la crianza de los hijos, haciendo uso del instinto y de la sabiduría ancestral que se instala en cada mujer una vez que concibe, pero que muchas veces reside bajo capas y capas de dudas y miedos aprendidos y heredados de otras experiencias que no son las nuestras y sin embargo; nos marcan para decidir sobre la forma de nacer de nuestros hijos.

Para mi ser una Doula es mirar cada nacimiento como un milagro, es construir puentes de comunicación y de empatía con las mujeres que están cerca de atravesar su parto, es construir círculos de protección alrededor de sus deseos y de sus necesidades. El conocimiento de una Doula y su entendimiento del entorno del parto hacen que se genere una zona de “seguridad” para la mujer a la que acompaña, lo que le permite relajarse y disfrutar la experiencia de su parto. La experiencia del nacimiento de sus hijos marca a una mujer para siempre y se graba en la parte más profunda del bebé que nace, las Doulas nos esmeramos para que ambas impresiones sean experiencias positivas.

Una Doula tiene la capacidad y el interés de estar presente con su espíritu, con su mente, con toda su intención y con toda su atención durante tu embarazo y en el momento del nacimiento de tu bebé. Te acompaña en ese camino de la mano, te apoya, te respalda, escucha tus miedos y te sugiere las opciones que puedes considerar para superarlos, casi siempre es una persona cuyas prioridades están definidas alrededor de su vocación.

Como Doula, sé que me perderé muchos momentos personales por acompañar a otras mujeres en el trayecto de ser madres, pero eso me convierte en la persona que soy, las Doulas tenemos el privilegio de ser madres espirituales de muchos seres, vemos como sucede ese milagro que se llama nacer y protegemos su naturalidad, su entorno, miramos a la mujer como un ser poderoso, no vulnerable, un ser que lleva vida y que da vida, vemos el poder de la creatividad, de la femineidad, de la sexualidad y lo reconocemos y lo veneramos de manera absoluta. Soy una Doula y ser testigo de cada nacimiento es un privilegio, sin embargo; entiendo que cada mujer y cada bebé que nace son distintos a pesar de que comparten la capacidad natural de nacer juntos como madre e hijo.

Ser una Doula significa dar mi apoyo a las mujeres libre de cualquier juicio o perjuicio, emocional y físicamente, durante todos los cambios emocionales y físicos que viven durante su embarazo, es brindar preparación durante el embarazo para orientar a la madre y a su pareja, con información basada en evidencia, para que puedan tomar decisiones informadas y que el momento del nacimiento de su bebé represente una experiencia gratificante y plena para la nueva familia que nace, para que el momento del nacimiento del bebé sea la mejor de sus experiencias y no el peor de sus miedos.

Ser Doula implica respetar todas las creencias de la mujer por dar a luz, la Doula debe ser una compañera, una par que la guíe para aprender y la oriente y motive a retomar aquello que de manera natural le ha sido concedido: la capacidad de concebir, gestar, parir y lactar, buscando en todo momento llenarla de confianza y de amor en dichos procesos y a conectarla con su instinto mamífero primitivo y natural.

Una Doula debe ser alguien que:

•       Escucha activamente siempre que lo necesites;

•       Confía y te enseña a confiar en tu capacidad de dar a luz;

•       Te enseña y orienta sobre obtener y negociar el mejor cuidado para tí y tu bebé durante el embarazo y el parto;

•       Te ayuda a descubrir tus propias elecciones y las respeta;

•       Reconoce el poder femenino del nacimiento;

•       Esté convencida que dar a luz es un evento fisiológico, seguro, involuntario y natural y no un evento médico;

•       Entiende el valor de una adecuada preparación prenatal;

•       Respete el entorno en el que necesitas parir y “tu espacio” para que lo hagas;

•       Comprende la importancia de lograr un ambiente íntimo, sin interrupciones innecesarias;

•       Te brinde apoyo continuo y seguridad en cualquier circunstancia que sea tu parto y que respete tus decisiones;

•       Respete tus elecciones sobre la crianza de tu bebé.

Las Doulas no somos médicos y que no estamos acreditadas para hacer ninguna rutina propia de los doctores, sin embargo; la Doula es una persona que conoce profundamente el proceso del embarazo y la fisiología y ecología del nacimiento y que puede darte todo el apoyo emocional y corporal que requieres.

Ser una Doula significa que cualquier situación importante para ti, lo es también para mi como tu Doula, ya que parte del acompañamiento consiste en “maternar” a la madre, es decir; validar todas tus emociones y cubrir todas tus necesidades, es con ella con quien inicias esta red de mujeres que como tú, necesitan acompañarse, apoyarse en el rol de ser mamás para formar una tribu de mujeres, una tribu de co-madres.

Lo que una mujer experimenta durante su embarazo y su parto, la cambia para siempre, así, el trabajo de una Doula es cuidar que se logre ese cambio como una transformación suave y positiva, pero tan poderosa que le devuelva a la mujer por parir toda la confianza ancestral que deberían tener todas las mujeres, porque nuestros cuerpos y nuestros corazones fueron creados para crecer y ceder con cada gestación, para dar espacio a esa vida que nos escoge como madres y las Doulas queremos dar ese mensaje poderoso a cada mujer, decírselo al oído, decirlo con los ojos, recordárselo al tomar su mano, al reír y llorar con ella, decirlo y gritarlo a los hombres que la rodean en ese momento, para que admiren su capacidad creadora, su naturaleza mamífera, salvaje y divina.

Cada niño, cada niña, sólo tiene la oportunidad de nacer una vez y sus opciones para ello están en manos de sus padres, ser una Doula es tocar los corazones de esos padres para recordarles la máxima encomienda que tienen de proteger y amar a ese bebé que está por nacer, ser una Doula significa formar parte de esos círculos de amor, significa también dolerse profundamente cuando algo sale mal, y sin embargo; con cada nacimiento recuperar de nuevo la fe, para seguir pensando que cada nacimiento es una nueva oportunidad de cambiar al mundo.

Una Doula puede enseñarte a desaprender el tan reconocido mito de que “el dolor” es parte del nacimiento y ayudarte a entender que el miedo es la causa más común de las complicaciones en el parto, y que de hecho, eso tiene origen en nuestra sociedad que se esmera en enseñarnos que tener miedo es normal. Con la guía de una Doula tendrás mayor oportunidad de lograr un parto en el que te rindas a tu instinto, en el que puedas realmente conectar con tu cuerpo, con tus deseos, con tu bebé, todo ello por encima de cualquier posible miedo para permitir a tu cuerpo responder como lo haría ante cualquier otro proceso fisiológico.

No existe momento más humano, más intenso y más hermoso que el momento del nacimiento, además de la muerte, por ello ser una Doula es un privilegio por el solo hecho de estar presente en ese instante milagroso. Cada historia de nacimiento la construyen y la cuentan solo la madre y el bebé que nace, en ese baile de dos que sucede mientras están en trabajo de parto. La función de la Doula es ser guardiana de ese momento, es darle herramientas a cada mujer para que tome sus propias elecciones y cuente su propia historia, con la absoluta certeza de que cada una elegirá el camino correcto pues algo que la Doula sabe antes de siquiera conocer a esas mujeres, es cada una tiene un instinto y un poder que no duermen eternamente.

Tener una Doula que te acompañe durante tu embarazo, tu parto y tu post-parto, será tener gran parte del camino recorrido respecto a vivir una experiencia que trascienda y marque tu vida de manera positiva, ya que estarás acompañada, orientada, apoyada y contenida por una persona que, enfocada en tus necesidades emocionales y físicas, haga todo lo posible, creando el ambiente necesario para hacer que el nacimiento de tu bebé sea un momento en el que tú y tu pareja se descubran llenos de confianza en el proceso, convencidos de las decisiones tomadas y viviendo la experiencia llenos de emoción e interpretando todos los sentimientos provocados de manera natural y sin miedos o mitos que puedan opacar tan bello y único momento.

Estoy convencida de que cada mujer es una madre en su ser íntimo, lo sea o no en la vida real, y que conectarnos con esa mamá, nos hará vivir embarazos plenos, llenos de confianza, felices y en paz. El nacimiento de los hijos nos conecta con el mundo en que vivimos y el que queremos para ellos, busquemos entonces, fomentar y cuidar la ecología del nacimiento, lo que nos dio la naturaleza y devolverle el regalo teniendo embarazos y nacimientos libres, naturales, “animales”, desarrollemos bebés felices, para que sean luego, hombres y mujeres de paz, sin carencias, sin violencia y ocupados también del mundo al que los traemos para mejorarlo y cuidarlo cada día.

Karla Lara

Twitter de Karla Lara: @KarlaDoula