¿Es la opinión pública una vacuna contra la opinión pública?

¿Es la opinión pública una vacuna contra la opinión pública?

¿Es posible establecer un punto claro en el debate sobre la pertinencia de vacunar o no a nuestros hijos?

Aprender a recibir los insultos con una sonrisa, hoy me reconozco una Maestra en este precioso, avanzado, interesante y útil “arte”… Hace muchos años que vengo sorteando ideas de otros sobre mí, a todos nos pasa que tenemos que lidiar con lo que otros piensan y en ocasiones expresan de nosotros, pero cuando sucede de forma pública, algo en ti aprende a reírse de esto, a tener paciencia, a soltar, a bloquear, ahora en las redes sociales, a bloquear literalmente…

Son pocas las veces en las que me permito responder y siempre intento hacerlo con información, para mí el enfrentamiento sin propuestas de por medio, resulta en una discusión estéril en la que nadie gana y creo firmemente en que todos deberíamos de vivir en un mundo en el que el ganar/ganar fuera algo natural, lógico y algo que celebrar, por supuesto.

No me interesa tener la razón, tampoco imponer mis puntos de vista,  hace tiempo aprendí que la verdad es relativa y que posiblemente lo más absolutamente cierto acerca de la misma es justamente que no tiene nada de absoluta. Esto no se pelea con que yo disfrute del debate inteligente, que adore escuchar otros puntos de vista INTELIGENTES, que me guste aprender de lo que otros piensan y que esto sea una práctica adoptada de forma consciente, para lo cual es necesario que exponga lo que pienso y el porqué lo pienso.

Hace 5 semanas me vi envuelta una vez más (esto ya me había sucedido hace dos años), en una polémica acerca de las vacunas, y entonces uno quisiera, en algún punto, tener esa capacidad adulta de mentir cuando “hay” que mentir… En fin, esa sí que aún no se me ha dado, tal vez algún día, por lo pronto, intenté exponer mi punto, hubo voces en todos sentidos y al final me quedé con mis creencias, no solo intactas, pero renovadas…  cuando el debate se pone intenso, porque no podría calificarlo de otro modo, ojalá, ojalá pudiera decir que fue inteligente, que me cambió algo de lo que pensaba… pero no, solo puedo decir que se puso intenso, entonces, ¿Qué hago yo?,  leo más, cuestiono más, pregunto, me entrevisto con verdaderos expertos del tema, pregunto y pregunto y vuelvo a lo mismo…

Lo que sostengo es que a mí no me interesa decirle a nadie qué hacer o qué dejar de hacer, lo único que sí sé y sí creo, es que todos tenemos derecho a la información y que hoy más que nunca es fácil acceder a ella, no solo por internet, en este espacio lleno de bendiciones así como de maldiciones, uno puede encontrar mucha basura, mucha pagada por intereses económicos, mucha otra aferrada a tener la razón, pero entre todo este mar de números, datos, investigaciones y soluciones sin duda se encuentran hilos que jalar y entonces uno puede asistir a universidades, entrevistarse con expertos en el tema, ya con dudas bien planteadas las respuestas empiezan a llegar, una detrás de la otra, y una vez mas NO son respuestas definitivas, es que NADA lo es…

En esto es en lo que sí creo firmemente: en preguntar, en cuestionar, en olvidarnos de poner en pedestales sagrados ciertos temas por miedo, en principio por miedo a pasar por idiotas, yo he leído esta palabra antes y después de mi nombre, y he aprendido a reírme, a recibirlo, lo mismo que a los halagos, con una sonrisa pero sin tomarlo personal, solo a mi corresponde conocer mi verdadera esencia, mis verdaderas carencias y evidentemente mis fortalezas, por supuesto que no podría agradecer suficientemente la libertad que esto significa…

Mamá Natural se lanzó en 2010,  si yo quisiera tener una postura pública sobre el tema este sería mi espacio para ello, sin embargo; como parte de la línea editorial de la misma no nos hemos prestado al debate al respecto, hemos elegido construir, sumar y proponer desde otro cristal, desde el cristal de la salud y por eso en ese sentido corren todas nuestras notas y así seguirá siendo.

Si alguien quisiera saber a profundidad de vacunas estoy segura que encontrará mucha información para decidir de forma responsable y personal el camino a seguir.

¿Qué es lo que sí creo yo del tema?:

¿Sirven? Por supuesto.                                                                                                 

¿Son inocuas? No.                                     

¿Merecemos información? Toda.

¿Podemos preguntar al respecto? Claro, una y mil veces.

¿Nuestros hijos están hipervacunados y sobremedicados? Mi respuesta es lógica, ¿Qué piensa usted? 

 

Twitter de Claudia Lizaldi: @ClaudiaLizaldi