Basta la repetición de ciertas conductas o palabras para que nuestras acciones tengan impactos profundos en la neurología de nuestros hijos.
Frases que todo padre necesita hacerle saber todos los días a sus hijos…
Al nacer, una persona depende de su creador para sobrevivir, adquirir conocimiento y aprender tanto a sentir como a expresar emociones. Por decirlo de algún modo, somos los padres los responsables de enseñarles a sus hijos la manera de percibir y de actuar en el mundo. Esto, en consecuencia, estructurará a las creencias-pensamientos, emociones-sentimientos y conductas a lo largo de su vida.
Basta la repetición de ciertas conductas o palabras para que nuestras acciones tengan impactos profundos en la neurología de nuestros hijos. Es decir que, si acostumbramos a nuestros pequeños a ciertas conductas positivas, ellos serán capaces de formar herramientas psicomotrices para enfrentar crisis en un futuro.
De acuerdo con Surela Mukherjee, escritora para Life Hack, explica que hay once frases que necesitamos continuamente repetirle (idealmente, diario) a nuestros hijos. Te los compartimos:
“Te quiero”. Pronunciar estas palabras al despertar o a la hora de dormir pueden ayudar a la formación positiva en su autoestima.
“¿Cómo estuvo tu día?” Como padre, esta pregunta demuestra interés en las experiencias y anécdotas de tus hijos, lo cual brinda una sensación de sentirse querido y validado.
Di “por favor”, “gracias”, “de nada”. Los modales son una parte importante de la noción de ese otro que también puede tener emociones por nuestras acciones. Esto le brindará una pizca en la noción de humildad.
“Nunca te rindas”. Cuando el niño crece, necesita enfrentarse a situaciones complicadas y retos; así que, ¿qué mejor manera de enseñarle a tus hijos el valor de la perseverancia y la paciencia cuando se trata de alcanzar sus metas?
“Tú puedes”. Palabras que pueden levantar la seguridad en uno mismo. Esto puede brindarle al pequeño un sentido de éxito.
“Es tu decisión”. Esta frase puede remitir a la toma de decisión así como a saber responder a las responsabilidades de cada uno. Esto, dentro de lo que cabe, ayudará a construir una mejor seguridad en sí mismo.
“¿Cómo están tus amigos?” Como padre, procura conocer el círculo de amigos de tus hijos. Conoce sus nombres, y algunos de sus hábitos. Permite que tus hijos realicen fiestas en tu hogar, para conocerlos, y también realizar actividades recreativas.
“Confía en mí”. Los niños tienden a ocultar la verdad por miedo a ser regañados o castigados. Así que ayúdalo a decir la verdad haciéndolo sentir cómodo y seguro.