Luego de experimentar una cesárea, esta madre deja claro porqué no es ni será jamás la manera fácil de tener un bebé.
La cesárea no es la salida fácil, el parto tampoco lo es. El nacimiento de un bebé no es cosa menor, no importa la manera en cómo se dé el suceso. Toda mujer que se ha convertido en mamá sabe que tener un bebé siempre tiene una dosis fuerte de emociones, que muchas decisiones varían según las circunstancias y que sea lo que sea que a cada una nos toque vivir, definitivamente salimos transformadas en otras luego de la experiencia.
Todas las madres, todas, todas, sin importar la manera en que trajeron a su bebé al mundo son eso: madres. Las circunstancias no nos hacen mejores, ni peores. Y a cuenta de ello, Raye Lee, una madre recién publicó vía Facebook, varias fotos de la herida de su cesárea con la intención de compartir un importante mensaje sobre lo que la gente tiende a opinar sobre esa forma de nacimiento.
Alguna persona, sin fundamento alguno, le escribió a Raye Lee que la cesárea es la “salida fácil para dar a luz”, en un texto similar a “¿Una cesárea? Entonces no diste a luz, no realmente. Debe haber sido genial haber podido tomar el camino fácil…”
Habiendo leído esto, y honestamente sin que la persona que le envió el mensaje merezca explicación alguna, Raye Lee hizo ver su punto y habló (afortunadamente) en nombre de millones de mujeres que diariamente viven una experiencia similar…
“Ah, pero por supuesto, mi cesárea fue realizada simplemente porque era conveniente. Fue muy conveniente haber estado en trabajo de parto durante 38 horas para que después mi bebé comenzara a tener problemas que causaran que cada contracción le detuviese el corazón”.
Así comienza su fuerte publicación, demostrando desde el principio lo insensibles que pueden ser las personas al opinar a la ligera sobre algo tan íntimo y delicado como el nacimiento de un bebé:
“Claramente no me sorprendió que me dijesen que lo estaba haciendo bien y que no necesitaría una cesárea y que después me dijeran que tendrían que someterme a una cirugía mayor de emergencia porque no tenía otra opción si quería salvar la vida de mi hijo”.
Esto ha sido lo más doloroso que he experimentado en mi vida. Ahora pertenezco a la tribu de madres rudas que tenemos una cicatriz para probar que dimos a luz y sobrevivimos. (Porque, para que sepas, se puede morir de esto). Que te te hagan un corte de 13 centímetros y te saquen un bebé llorando de tu interior y que corten a través de varias capaz de grasa, músculo y órganos que ponen en la mesa que está al lado tuyo para poder llegar a donde está el bebé es una experiencia completamente diferente a la que pensé que tendría en el nacimiento de mi hijo. No fue algo placentero y sigue sin serlo.
Uno usa los músculos abdominales para prácticamente todo, incluso para sentarse. Imagina cómo es no poder usarlos par nada porque han sido cortados y el doctor no puede repararlos. Hay que esperar 6 semanas para que el cuerpo lo haga por sí solo. Cuando la enfermera me pidió que intentara pararme de la cama y sentí el dolor que indicaba que me habían cortado en pedazos para después volver a armarme me hizo sentir la gran ironía que es que la gente diga que esto es “la salida fácil.
Así que jódanse. Soy la mujer más fuerte que conozco. No sólo por mí misma, sino que también lo soy por mi hermoso hijo. No tendría problemas en volver a pasar por esto mismo todos los días sólo para asegurarme de poder ver su sonrisa”.