La lección de la mariposa

La lección de la mariposa

Puedes volar en esta vida, tocar el cielo, gozarla y atravesar cuanto capullo cruce tu camino para salir volando más fuerte, más alto, más y más libre…

Todos conocemos las lecciones de las mariposas, que si dejan de ser oruga para tener sus alas pasando por el proceso del capullo, un lugar oscuro, en soledad, aislada atendiendo sólo a su transformación, que si para poder usar sus alas necesita romper por si misma del capullo, nadie puede ayudarla, pues si alguien interviene en su salida, tratando de hacerlo más fácil o más rápido (dos cosas que nos encantan en estos tiempos, fácil y rapidíto) sus alas no madurarán en su fase final y nunca podrá usarlas, nunca podrá volar… Las hemos escuchado, las hemos leído, conocemos a Pepina Oruga, a Katy la Oruga y tantas historias más de Mariposas, las admiramos en su momento y cuando llega el nuestro ¿Qué?

La primera parte de la historia no es bonita…

¿Qué pasa cuando se presentan las oportunidades en la vida que te invitan a entrar al capullo? La primera parte de la historia NO ES BONITA, no es agradable, no tampoco hay más gente, sólo estarás tu, tu con tu proceso, la segunda parte ya la sabemos, Alas, Belleza, Volar, Ser LIBRE, ¿pero y la primera? ¿es necesaria? No se podrá que ya alguien venga y me venda unas lindas alitas llenas de colores y ya, que no tenga yo que entrar solita a ese espacio incómodo, donde no hay luz, (aparentemente) donde se trata de que me esfuerce, me transforme, donde tengo que escuchar mis pensamientos, trascenderlos y entonces si salir volando…

Queremos llegar “Oír” y “Volar”

Hoy vivimos en una sociedad, invento nuestro por cierto, en la que nos venden las alitas lindas llenas de colores, nos venden comida rápida, moda pasajera pero barata, productos que se descomponen y/o pasan de moda, lo que suceda primero pero rápido, entramos en relaciones rápidas, queremos llegar “oír” y “volar” entre comillas sí, por que de cierto no hay mucho ahí, coches rápidos, vías rápidas, y que pasa que la vida es y se va y así la sensación es que, claro, rápido se va.

¿Hace cuanto?

¿Hace cuanto no te das el tiempo de parar? De gozar de un día lentamente, de un beso lentamente con pausas para volver a besar, de una conversación larga, de un abrazo interminable, de un libro choncho, de más de 500 páginas, sólo por el gusto de leerlo… ¿Hace cuanto no haces lo que quieres hacer? Entre más capullos (oportunidades) nos brincamos más aceleramos la vida que de por si es un pestañeo, un momento en la eternidad… Tenemos la bendición de poder tomar ese capullo y entrar en Él y vivir dentro lo que allá que vivir y salir volando, podemos hacer de nuestra vida una obra de arte, un sueño maravilloso que contar al final de los días y no lo queremos creer, nos mandan mensajeros con lecciones preciosas, como lo son las Mariposas y cuando las escuchamos, decimos “Hay mira que lindo, que inspirador, que…” lo que sea que sea que dices, “pero no es para mi, yo no puedo” ¿¡no puedes!? Quién dice que NO tu y sólo tu así mismo ¿Quién puede decir SI? Sí puedo, pues Tu y sólo Tu.

Totalmente puedes volar en esta vida, tocar el cielo, gozarla y atravesar cuanto capullo cruce tu camino para salir volando más fuerte, más alto, más y más libre…

Twitter de Claudia Lizaldi: @ClaudiaLizaldi