Estar expuesto a situaciones de violencia o de adversidad durante los primeros años de vida puede ocasionar cambios físicos en la estructura de las conexiones neuronales y por lo tanto daño cerebral en los niños.
Los “ambientes violentos” causan daño cerebral en los niños, no es una novedad, casi lo podemos intuir, pero afortunadamente, por si alguien todavía tiene dudas, varios estudios científicos han confirmado un daño cerebral en niños cuando viven o se desarrollan dentro de un ambiente violento. Las experiencias durante la primera infancia tienen un papel esencial en la arquitectura cerebral y demostraron que situaciones de violencia o de adversidad durante los primeros años de vida pueden ocasionar cambios físicos en la estructura de las conexiones neuronales.
Lo anterior se debe a que las células nerviosas del cerebro permiten que los niños respondan a los estímulos que les rodean, y constituyen los bloques con los cuales se construye su cerebro. Por lo que, un niño expuesto a condiciones de adversidad, problemas, violencia y ambientes tóxicos, durante la primera infancia, desarrolla menos conexiones neuronales y revertir estos resultados más adelante es complicado y costoso.
Los primeros tres años de vida son fundamentales para establecer los cimientos sobre los que se construyen la salud, la capacidad de aprendizaje y el bienestar. Y es durante esta etapa cuando, a un ritmo superior que, en ningún otro, se producen la mayor cantidad de conexiones neuronales y se forma la arquitectura física del cerebro.
Los científicos han confirmado, gracias a varios estudios, que las experiencias durante la primera infancia tienen un papel esencial en la arquitectura cerebral. Y demostraron que el estar expuesto a situaciones de violencia o de adversidad durante los primeros años de vida puede ocasionar cambios físicos en la estructura de las conexiones neuronales.
Fuentes: padresehijos, monitorexpresso