Niños con mal humor son más inteligentes, según la ciencia

Niños con mal humor son más inteligentes, según la ciencia

Un niño que está de mal humor casi todo el tiempo puede convertirse en algo preocupante y hasta molesto para sus padres y otras personas de su entorno. No obstante, detrás de esa actitud se esconde una personita ingeniosa. 

Si tienen con hijo con mal humor o mal carácter, los resultados de este estudio pueden cambiar tu panorama al respecto…

¿Sientes que tu hijo tiene mal humor? Esto podría ser una señal de mayor inteligencia. La Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, ha realizado un estudio sobre el estado de ánimo de las personas. Las investigaciones revelaron que el mal humor es señal de alto coeficiente intelectual.

Es decir, los niños que tienden a ser de mal genio puede que sean un dolor de cabeza para sus padres y maestros, porque el mal humor es una cualidad difícil de llevar, sin embargo, detrás de todo ese genio, resulta que se esconde… ¡un gran ingenio!

El estudio se realizó sobre una serie de personas, manipulando su estado de ánimo. Para ello se les pidió que vieran algunas películas y  utilizaron películas y que pensaran en hechos positivos y negativos de sus vidas. La conclusión fue: 

– La tristeza y el mal humor mejora la capacidad de juzgar a otros.

– Los estados de enojo incrementan la memoria.

– El mal genio estimula la capacidad para argumentar, mientras que los niños optimistas tienen más facilidad para crear y cooperar.

– Los niños y personas malhumoradas procesan mejor la información en situaciones difíciles y dan mejores respuestas ante las situaciones complicadas de la vida.

Que los niños pasen fases en los que tienen un peor humor o temperamento forma parte de su desarrollo, a medida que crecen, comenzarán a cuestionarse todo, desde que tienen que desayunar galletas a la ropa que les hemos preparado para ir al colegio. Algunas medidas para manejar estos cambios de humor negativos:

– Estimularle para que exprese con palabras lo que siente y no con gritos o golpes.

– Enseñarle a apartarse de las situaciones o personas que lo alteran significativamente.

– Si explota, debemos pedirle que se vaya a su habitación y le explicaremos que no le haremos caso hasta que se tranquilice.

– Debemos ser un ejemplo, y excedernos reaccionando en situaciones habituales y cotidianas, los niños observan todo.

En definitiva, si tu hijo tiene mal genio, controla sus explosiones, pero piensa que es posible que ante determinadas circunstancias, termine tomando mejores decisiones y sea más analítico que los niños con un carácter más fácil. 

Es vital que un niño con mal genio se mantenga distraído. Necesitarás un poco más de paciencia, pero la personalidad de tu hijo puede traer cosas positivas para su desarrollo.