Skip to content

No apuremos la infancia, no hay prisa

17 octubre, 2023

No apuremos la infancia, no hay prisa

No sé cual es la edad idónea para cada cosa, voy de prueba en error, de acierto en desacierto y no importa, voy cada vez que puedo sin prisa haciendo de la vida presente un momento prioritario… ojalá que mis hijos lo absorban, que vean que no por ir mas rápido van a llegar primero.

No apuremos la infancia, no hay prisa… Se me ha ocurrido de pronto y no es ninguna novedad, que esta vida va cada vez mas de prisa con tanto por hacer, con tanto por alcanzar o por terminar. Se escucha y se dice que el tiempo no alcanza, que hay que apurarnos, pero lo que no vemos es que con ello lo que apuramos no es el tiempo, que no por ir de prisa podemos hacer mas…, lo que en realidad apuramos o adelantamos son las acciones, los momentos, las edades…  a veces (me parece) es necesario detenernos.

Soy mamá de 4 y cada vez me cuestiono mas la noción del tiempo, la gente alrededor me pregunta -“¿Cómo le hago con 4 hijos?, ¿Cómo me alcanza el tiempo para todo lo que tengo que hacer?”- y la realidad es que no me alcanza, simplemente, por absurdo que parezca lo hago al revés, cuando mas prisa hay trato de bajar la velocidad, de ir mas despacio…

Cuando tuve a mi primer hijo juraba que tenía muchas cosas que hacer, que no me alcanzaba el día…, cuando tuve a mi segunda hija creí que seguro me iba a volver loca, que si no podía con uno, como le iba a hacer con dos… y cuando llegó mi tercer bebé, me di cuenta que realmente cada vez es mas sencillo, porque la experiencia no es en vano, porque vas acumulando sabiduría, porque vas siendo selectiva en hacer lo que es mejor o por el bien mayor de los tuyos, así hoy tengo 4 hijos y el tiempo me da para lo que me tiene que dar, no apuro el tiempo de ninguno de ellos, ni le quito tiempo a unos por estar con otros, es lo que es…, tengo un corazón y soy una y en esa que soy caben mis 4 hijos o los que sea que se sumen…

Estoy hablando de regalarme y de regalar a las personas que realmente amo, a quienes me interesan genuinamente: tiempo. Estoy hablando de hacer pausas para no ir de prisa y perderme los momentos importantes. Estoy consciente de que la vida exige ir rápido, que existen horarios, compromisos, responsabilidades, pero también reconozco que a veces nada de eso es tan importante como disfrutar o estar presente en el instante. Como saborear un platillo o una bebida, como esos 5 minutos mas de besos y de abrazos con los hijos, con mi esposo, como esa charla que alargo mi amiga 2 minutos… ¿Suena romántico?… lo es, pero también es tan posible como uno quiera.

De pronto algo se iluminó en mi para reconocer que no tengo prisa y que no me gusta ir rápido, de hecho, no me gusta nada la velocidad física, no me gusta hacer nada a las carreras y lo que he decidido es bajar la velocidad… También he reconocido que mis 4 hijos son seres inteligentes y plenos hasta hoy, que son mi responsabilidad y que cada uno tiene su ritmo para todo, y que acelerar ese ritmo o bajarlo simplemente porque es mi deseo o porque considero que así debe de ser… no es correcto y no puede darles nada bueno. No quiero apurar la infancia de mis hijos. No me interesa ni es mi prioridad que aprendan a leer o a escribir desde los 5 años, a dejar el pañal en cuanto cumplan 2, tampoco quiero que hablen dos idiomas o mas antes de los 10 años, no quiero que sean los primeros en nada que ellos no deseen y tampoco quiero que crezcan antes de tiempo. No tengo prisa en hacer mayores a mis hijos, he aprendido con mucha paciencia, pero sobre todo con muchísimo amor a respetar su tiempo, espacio y ritmo. De los 4, unos son mas rápidos que otros en ciertas cosas bien, no los comparo. No quiero adelantar que mi hija o mi hijo se vistan de cierta manera para verse mayores, no corrijo al de 3 años para que pronuncie perfecto todo, porque tiene 3 años y al final, de a poco y de manera muy razonable va ampliando y auto corrigiendo su vocabulario y su manera de hablar… Tampoco me urge que mi mas chiquito hable… tiene un año y medio. No juzguen anticipadamente, claro que amo verlos crecer y desplegar sus alas, esa es toda mi misión, que logren hacer la propia en este plano… que sean ellos, que descubran su camino, pero sin que yo los apure.

Si “mi vida” me exige ir mas rápido haré los ajuste que sean necesarios para pararme yo, pero no acelerarlos a ellos, es decir; si los tengo que acostar mas temprano para que se levanten de buenas y desayunen y vayan felices a la escuela… lo hago. Si necesito dedicar mas tiempo a uno de ellos porque goza platicar mas, lo hago. Si uno de ellos desea tomar un baño un poco mas largo y es razonable, lo permito… No tengo prisa en que se pierdan su infancia por hacer cosas de mayores ya que tienen la vida enfrente para ser mayores. Mis hijos ya son grandes, de espíritu, de valores, de ideales y así quiero que sigan… que se den cuenta pronto en la vida que la vida es una y que hay que gozarla a cada instante y que la prisa nos nubla el juicio, y nos hace perdernos el presente.

No es sencillo, a veces mi paciencia me traiciona y hace que quiera tronar dedos, o pegar uno o dos gritos para que “se apuren”, pero recuerdo que son niños y que la prisa es mía, que es mi responsabilidad hacerlo diferente para que se quede en ellos la experiencia y no la prisa.

No sé cual es la edad idónea para cada cosa, voy de prueba en error, de acierto en desacierto y no importa, voy cada vez que puedo sin prisa haciendo de la vida presente un momento prioritario… ojalá que ellos lo absorban, que vean que no por ir mas rápido van a llegar primero. No siempre funcionamos así, pero es un cambio radical que hemos adoptado y hasta hoy nos vamos sintiendo mas felices de a poco… porque vamos en ritmo diría yo a donde tenemos que ir… entre eso y aprender a decir que no, hemos tenido grandes ganancias… así que dejé de apurar la infancia de mis hijos, porque comprendí (espero a tiempo…) que justamente el tiempo no se detiene y eventualmente crecen y se alejan naturalmente un poco mas cada día, un buen día ya no puedo cargarlos a su cama porque pesan demasiado, ni acunarlos en mis brazos porque son grandes… ya no persigo a 4 para que se laven los dientes ni 4 lloran porque les cuente un cuento, así que el tiempo y las cosas se acomodan como debe ser  y no vamos de prisa… 

@KarlaDoula