Las cobijas de seguridad generalmente son conocidas por ser objetos de transición, es decir, contribuyen a que el niño pase de la dependencia a la independencia
¿Conoces a algún niño que siempre carga con un un muñeco o una cobija a cualquier lugar a donde vaya? Eso quiere decir mucho…
A esa situación tan específica se le llama “manta de seguridad” y muchos pediatras aseguran que es una parte natural del proceso del crecimiento, ya que brindan al pequeño seguridad emocional, por lo que su apego a ella o a ciertos juguetes puede determinar su nivel de confianza y su resistencia al miedo, al dolor o hasta soportar la ausencia de sus padres.
Hay varias teorías sobre las cobijas de seguridad, según un estudio publicado en la revista Cognition en 2007, sugirió que un niño puede llegar a ser unido a su cobija de seguridad o un juguete, ya que cree que tiene una propiedad o esencia inimitable.
Las cobijas de seguridad generalmente son conocidas por ser objetos de transición, es decir, contribuyen a que el niño pase de la dependencia a la independencia, por lo que define su personalidad, determina su confianza y fortalece su apego.
Algunos de los beneficios de la manta de seguridad es que a muchos de los niños les ayuda a lidiar con los cambios emocionales, por más fuertes que estos lleguen a ser. Por ejemplo, el destete, que es uno de los momentos más íntimos y más significativos en la vida de mamá y bebé, incluso fortalece su propia seguridad, crece con mucha más confianza, mejora su desarrollo y beneficia su capacidad para afrontar cambios en su desarrollo. Si un niño ha desarrollado un vínculo con su manta, puede ser beneficiosa para reducir su estrés y ansiedad.
Quizá las cobijas de seguridad son el objeto de confort psicológico más utilizado y más cómodo para los padres. Es importante tener en cuenta que es un objeto que con facilidad puede lavarse, es ligero y de gran utilidad a la hora de dormir o bien de la siesta.
Lo mejor es priorizar por materiales de calidad en las cobijas de seguridad, procurar que sean con con texturas suaves, materiales naturales como el algodón, y que sean resistentes al lavado, y definitivamente sólo en Liverpool podemos encontrar cobijas con todas esas características.
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