“Porque hay un velo de culpa, la gente no quiere hablar al respecto. El efecto de esto es que la gente realmente se siente aislada y sola cuando sucede un aborto.”
Hablar de aborto es complicado. Se encuentra rodeado de un velo de oscurantismo, culpa y vergüenza, el cual se ha encargado de soslayar esta necesidad tanto de información de calidad como de servicios en relación con la planificación familiar y la educación sexual. Y es que es muy fácil culpar a la mujer que aborta en vez de considerar los factores sociales que la conducen a ese estado. Es decir, y en palabras de Josué Garza Flores y Leopoldo Vázquez Estrada, debemos reconocer que cada embarazo no deseado representa un error de premisas culturales, y no de la mujer como individuo: “La sociedad es culpable por haber engendrado creencias y prácticas que subordinan a la mujer social y sexualmente al hombre, por perpetuar la discriminación femenino desde el nacimiento y a través de sus vidas, en su acceso a servicios de salud, educación, empleo e incluso en lo político.”
Se sabe que el aborto forma parte de los tabúes sociales más fuertemente arraigados que obstaculizan el acceso a servicios de planificación familiar. Esto provoca, además de una sensación de culpa y vergüenza causada por la desinformación, una alta morbimortalidad relacionada con las mujeres que pasan por este proceso. Y es que, con este velo de oscurantismo, se conoce muy poco al respecto… En especial del aborto natural.
Si bien se cree que el aborto no sucede con frecuencia, se trata realmente de una de las complicaciones más comunes durante el embarazo. De acuerdo con una investigación publicada en Obstetrics & Gynecology, 30 por ciento de los embarazos resultan en un aborto natural, y que, debido a la creencia que es un raro, las madres que lo sufren se sienten aisladas cargando una culpa durante mucho tiempo. Y es que, 22 por ciento de las mujeres encuestadas consideran que su estilo de vida durante el embarazo fue la causa del aborto; 76 por ciento, un evento estresante; 64 por ciento cargar objetos muy pesados; 41 por ciento, una infección de transmisión sexual (ITS); 22 por ciento, un anticonceptivo oral; 21 por ciento, por una pelea o discusión.
Para los investigadores, es indispensable dar a conocer este tipo de información, ya que gran parte de la reacción negativa ante un aborto se deriva de la ignorancia y desinformación:
“Gran parte del tema del aborto aún es desconocido, pero se sabe que, para la mayoría de los casos, los problemas genéticos tienden a ser los responsables. Los pacientes que han sufrido de este tipo de situaciones, llegan pensando que es un evento anormal, y les explico que realmente los abortos son comunes, lo cual es una revelación impactante para ellos. Además, cuando les explico que ellos hicieron nada para causarlo, experimentan un tremendo sentido de alivio. Pienso que invariablemente lo que sucede en los abortos es que las pacientes recuerdan todo lo que sucedió alrededor del evento, lo que provoca una tendencia a culparse a sí mismas por lo vivido.”
De hecho, el estudio resalta que el 47 por ciento de los hombres y mujeres reportan que tanto ellos como su pareja han llegado a experimentar culpa, y el 41 por ciento, la sensación de que hicieron algo mal. Otro 41 por ciento reporta sentirse solo y un 28 por ciento sienten vergüenza. Y sólo una reducida población consideró que recibieron un apoyo adecuado de la comunidad médica.
Esto nos dice que hay toda una serie de mitos alrededor del aborto, la cual persiste debido a que la gente no habla acerca de sus experiencias: “Porque hay un velo de culpa, la gente no quiere hablar al respecto. El efecto de esto es que la gente realmente se siente aislada y sola cuando sucede un aborto.” Cuando las mujeres que han pasado por un aborto, llegaron a contárselo a una amiga, 46 por ciento reportaron sentirse menos solas.
En consecuencia es indispensable realizar una investigación más profunda así como una difusión adecuada acerca del aborto, de manera que pueda ayudar a las personas que sufren al respecto a elaborar su proceso de duelo.