El acto simbólico de “hacer tierra”, de “echar raíces” también una cierta cualidad psicomágica, que hace de este acto metafórico una forma de programación a través de la visualización y la sugestión.
Grounding: caminar descalzo y conectar con la Tierra. En los últimos años ha surgido un movimiento de salud alternativa que sostiene que caminar descalzo y “hacer tierra” genera numerosos beneficios para la salud.
La idea de esta técnica conocida como “grounding” o “earthing” sostiene que al caminar descalzo o al pasar una buena cantidad de tiempo sin zapatos se permite que el cuerpo humano conduzca electrones libres que emanan del campo magnético de la Tierra, reduciendo los daños que podrían provoca cargas eléctricas positivas que llevan a la oxidación del cuerpo. A grandes rasgos se basa en la noción de que el ser humano es un ser eléctrico y es necesario establecer una conductividad equilibrada para mantenerse sano, a la vez que la misma Tierra es una fuente de energía eléctrica.
Si bien no existe evidencia científica de que esta práctica produzca beneficios cuantificables, cada vez surgen más partidarios de esta técnica, que de manera entusiasta narran sus experiencias. Tal es el caso del documental, “Grounded”, que sostiene que el grounding ha sido responsable de una sanación en cadena en el poblado de Heine Alaska. Según los creadores de este documental, el grounding ayuda a reducir la inflamación, acaba con el dolor crónico y el síndrome de dolor premenstrual, mejora el sueño y la presión sanguínea y tiene varios otros beneficios.
En este otro video vemos al Dr. Joseph Mercola, quien se ha convertido en una especie de gurú de la salud alternativa, explicar de manera aparentemente científica cómo funciona el grounding desde la perspectiva de la física electromagnética e intentar estructurar una base teórico de cómo podrían ocurrir los efectos benéficos descritos.
Extrapolando este fenómeno físico se concluye que “hacer tierra” previene la acumulación de carga eléctrica estática en el cuerpo. La práctica del grounding o earthing, sugieren, podría ayudar a contrarrestar la acumulación de las cargas eléctricas positivas nocivas de vivir en medio de innumerables gadgets y aparatos electrónicos. Mercola cita un estudio del Journal of Environmental and Public Health:
“Se ha establecido, aunque no es un hecho ampliamente apreciado, que la superficie de la tierra posee un suministro sin límites y continuamente renovado de electrones libres o móviles”
…Existe mucha evidencia que sugiere que la negatividad potencial de la tierra puede crear un ambiente bioeléctrico interno estable para su funcionamiento normal de todos los sistema del cuerpo. Por otra parte, las oscilaciones de la intensidad del potencial de la tierra puede ser importante para establecer el reloj biológico que regular los ritmos diurnos corporales, como la secreción de cortisol.”
Más allá de lo discutible y por momentos hermético que resulta saber a ciencia cierta si en realidad caminar descalzo y pasar mucho tiempo en una postura que permite esta conductividad magnética entre la tierra y el cuerpo tienen beneficios significativos, hay algo que resulta interesante y fácil de llevarse del “grounding” y es que nos presenta con un buen pretexto para salir a la naturaleza, caminr y hasta meditar sobre cómo nos sentimos, buscando conectar con la tierra, con un superorganismo energético. Tal vez la ciencia no ha probado que el grounding sea bueno para la salud, pero meditar, caminar y respirar conscientemente en visitas a la naturaleza ciertamente sí han sido objeto de estudios científicos que muestran numerosos beneficios (aunque es bueno recordar que el grounding, como principio de conductividad, no tiene que hacerse en contacto directo con la tierra, puede hacerse en tu casa con el piso). Asimismo el acto simbólico de “hacer tierra”, de “echar raíces” también una cierta cualidad psicomágica, que hace de este acto metafórico una forma de programación a través de la visualización y la sugestión. Tal vez todo esto contribuya a crear un mecanismo del placebo que se activa en el “grounding”.