Se acerca el regreso a clases y parece del sentido común que los niños deberías de llegar a pie cuando ello es posible, pero reflexionar mas profundo sobre los beneficios de hacerlo realmente nos puede convencer de llevarlo a cabo…
“Camino de la escuela,
apurándose a llegar,
con los libros bajo el brazo,
va todo el reino animal.”
Caminito a la escuela de Cri Cri
El número de niños con sobrepeso y obesidad ha aumentado hasta el 30 por ciento a nivel mundial. Es decir que más de 44 millones de infantes padecen de esta condición, sufriendo de una amplia variedad de complicaciones de la salud, así como del riesgo de contraer enfermedades como la diabetes y cardiopatías (OMS, 2014).
Como respuesta a esta epidemia de sobrepeso y obesidad, el Center of Disease Control, originado por Michelle Obama, la primera dama de EE.UU., proponen soluciones asequibles dentro del nido familiar. Entre las más llamativas, simples y prometedoras, surgió la alternativa de hacer que los niños caminen hacia la escuela.
El programa, llamado Walking School Bus, tiene como objetivo motivar a un grupo de niños a caminar, mientras son cuidados y guiados por un adulto responsable. De ese modo, la persona encargada de trasladarlos se asegura que estén a salvo e interesados por un bienestar de la comunidad.
Basta con ponerse de acuerdo con un grupo de padres de familia para empezar el transporte en equipo. Aunque a veces la distancia o la rutina puedan convertirse en obstáculos, estos programas ayudan a los niños a hacer ejercicio (a parte de su rutina diaria), a que fomentar sus habilidades sociales y a aprender acerca de la comunidad. ¿Qué esperas a hacerlo?
#TipMN