Como seres humanos que somos nos toca reconocer y honrar nuestra hermandad, volver a conectar entre nosotros desde las emociones mas simples y básicas para que la raza humana sin distinción de sexo, color, religión o nacionalidad pueda co-existir, co-habitar y convivir en armonía y en paz.
Papa Francisco lava los pies a musulmanes… Esto no es una noticia, sin embargo; dados los tiempos que corren en los que la discriminación y la violencia por raza, color, género y religión está presente, nos parece importante retomar a manera de ejemplo esta vivencia del Papa Francisco…
El Jueves Santo del 2016 el Papa Francisco celebró la Misa de la Cena del Señor en un centro de acogida para los solicitantes de Asilo en Castelnuovo di Porto, a la afueras de Roma, donde lavó y besó los pies de 11 musulmanes, hindúes, cristianos ortodoxos y católicos. La 12.ª participante de la homilía fue una voluntaria del centro.
En su sermón el Papa se refirió a ellos como hermanos:
“Somos diversos, somos diferentes, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en paz”.
Al igual que como respondió Jesús a los actos del llamado discípulo traidor, el Papa realizó el ritual del lavado de los pies a los 11 refugiados y a una trabajadora social. De ellos, cuatro eran católicos nigerianos, tres eran mujeres cristianas coptas de Eritrea, otros tres eran musulmanes de Siria, Pakistán y Mali, y uno era un hindú.
Luego el papa se arrodilló ante cada uno de los refugiados, lavó sus pies, los secó y los besó. Tras un breve silencio, dijo: “Qué bello es vivir como hermanos, con culturas, religiones diferentes”.
Con este ejemplo, como seres humanos que somos nos toca reconocer y honrar nuestra hermandad, volver a conectar entre nosotros desde las emociones mas simples y básicas para que la raza humana sin distinción de sexo, color, religión o nacionalidad pueda co-existir, co-habitar y convivir en armonía y en paz. Un líder espiritual que sigue marcando el ejemplo… una anécdota para reflexionar.